¿Qué tienen en común John Lennon y Lady Gaga además de ser músicos? Ambos escribieron canciones sobre temas sociales. Obviamente no fueron ni los primeros ni los últimos: la música, como todas las formas de arte, fue utilizada y sigue siendolo por muchos artistas no solo como fuente de entretenimiento sino también como un poderoso vehículo de comunicación y concienciación sobre cuestiones sociales.
Canciones como Sunday Bloody Sunday de U2 (inspirada por los conflictos en Irlanda del Norte), Imagine de John Lennon (que pinta un mundo pacífico), Born This Way de Lady Gaga (que invita a celebrar las diferencias) y Earth de Lil Dicky (que, a través de las voces de muchos cantantes como Justin Bieber, Miley Cyrus y Ariana Grande, invita a actuar contra el calentamiento global) se volvieron verdaderos himnos. También Bob Dylan, Joan Baez y Nina Simone escribieron canciones por la igualdad racial y social.
Aún antes, Eurípides lo hizo narrando en Las Troyanas (415 a.C.) la atrocidad de la guerra de Troya y esperando lograr que se percibiera el sufrimiento de los civiles (sabemos que en las tragedias griegas el canto estaba presente). Estos son solo algunos de los muchos artistas que eligieron la música como medio para criticar injusticias y violencias, deseando un mundo en el que prevalezcan la paz y la fraternidad.
Quien tenga entendimiento debe evitar la guerra. (Europides, Las Troyanas, 415 a. C.)
Todo esto solo puede llevar a resultados positivos. Muchas veces, para promover sus mensajes, los cantantes participan en conciertos benéficos, eventos de concientización y colaboraciones con organizaciones sin fines de lucro.
El Live Aid de 1985 recaudó fondos para ayudar a Etiopía devastada por una hambruna. Otro ejemplo es el Festival Global Citizen que se celebra cada año. Este evento tiene como objetivo movilizar y concienciar a las personas sobre la pobreza, la igualdad de género y el acceso a la educación y la salud. Para comprar las entradas los fanáticos tienen que realizar acciones de activismo: hacer voluntariado, firmar peticiones en línea o enviar correos electrónicos a líderes mundiales. Eventos musicales como estos siguen demostrando el poder de la música para movilizar a las masas en favor de causas sociales y humanitarias.
Por lo tanto, se puede afirmar que la música es una verdadera arma contra las injusticias: puede unir a las personas, inspirarlas, educarlas y sensibilizarlas, contribuyendo a la creación de un mundo mejor para las generaciones futuras.