Habiendo saltado a la fama en su Grecia natal en 2017, Marina Satti ha conseguido que su música se escuche en toda Europa gracias a su paso por Eurovisión. Y a pesar de que la hayamos conocido con su mezcla de ritmos urbanos con folclore griego, la cantante comenzó su carrera en los conservatorios. Hoy te resumimos su biografía y te contamos de qué tratan las canciones de P.O.P., su nuevo EP.
A pesar de no haber llegado al top 10 en el Festival de la Canción de Eurovisión, la griega Marina Satti ha conseguido atraer a una gran cantidad de nuevos oyentes durante la semana que dura el concurso. Y, aunque se haya dado a conocer internacionalmente gracias a su candidatura, llamada ZARI, es sorprendente el interesante currículo que la cantante ha cosechado a lo largo de los años.
Nacida en Atenas en 1986, Marina Satti procede de una familia bicultural: su madre es griega y su padre es sudanés. Esto la llevó a estar desde muy pequeña en contacto con distintos ritmos étnicos, a los cuales se le sumó la formación en piano y voz clásica que recibió en su infancia y adolescencia. En 2004 comenzó la carrera de Arquitectura en la universidad de su ciudad natal, pero no se llegó a graduar ya que decidió centrarse en la música. Así, se licenció en monodia lírica y jazz, recibiendo una beca para estudiar composición en el Berklee College of Music durante dos semestres.
Más tarde, pasó a formar parte de la Orquesta Europea de Jazz de la UER y a fundar dos coros de voces femeninas llamados Fonés y Chóres, estando ambos dedicados a interpretar canciones tradicionales griegas en sitios arqueológicos como el Teatro de Epidauro o el Odeón de Herodes Ático.
El reconocimiento público no le llegó hasta 2016, cuando publicó en YouTube su versión de la canción griega Tha Spáso Koúpes, que alcanzó los 28 millones de visitas en la plataforma. En 2017 consiguió entrar en las listas griegas con Mantissa, un tema que, aunque mantenía sus raíces helenas, se acercaba más al pop electrónico. La canción fue certificada con un Disco de Oro. En 2022, con 35 años, publicó su álbum debut, YENNA, el cual presentaba un sonido un poco más sintético.
TUCUTUM, la canción con la que abre este nuevo EP llamado P.O.P., fue su primera obra bajo Minos, su sello actual, el cual es una subsidiaria de Universal Music. Este tema supuso un punto de inflexión en su carrera artística, puesto que la instrumental tiene una fuerte base de trap que se asemeja más al sonido con el que se la ha conocido en Europa. La canción le dio una de cal y otra de arena porque, si bien se hizo viral en Grecia, también fue criticada por su alejamiento del folk fusión y por hacer este tipo de música, a la cual no está muy acostumbrado el público heleno.
El EP continúa con ZARI, canción con la cual Marina Satti ha representado a su país en Eurovisión. Su letra habla de la incertidumbre, repitiendo varias veces la frase “¿A dónde nos llevará el viento? / Caigo y doy vueltas como los dados”. Su mezcla entre sonidos balcánicos y ritmos de reggaetón llamaron la atención del público europeo, de lo cual la cantante se ha aprovechado para presentar sus nuevas canciones.
Las novedades de P.O.P. comienzan con STIN IYIA MAS, cuyo sonido se asemeja más a su identidad artística anterior. La canción lleva como título la expresión griega para realizar un brindis. Ayudándose de un sintetizador ochentero le pide a la Virgen María felicidad y salud para su ser amado. El EP sigue con LALALALA que basa su sonido en el Sousta, una danza tradicional de Creta, normalmente interpretada en bodas, y promete convertirse en una de las canciones del verano.
EIMAI KALA!!!!!! es un corto interludio de cincuenta segundos en el que escuchamos afirmaciones positivas de la boca de Katerina Salaka, una coach motivacional que se ha convertido en un meme humano en Grecia. La brevedad de esta pausa contrasta con la longitud del siguiente tema, MIXTAPE que, como bien dice su nombre, podría ser un EP aparte puesto que tiene una duración de 10 minutos. La canción contiene múltiples referencias a las críticas que ha recibido en su país, tanto por parte de los periodistas como de otros artistas, así como ha canciones de Eurovisión como La Noia de Angelia Mango, Doomsday Blue de Bambie Thug o Düm tek tek, con la que Hadise representó a Turquía en 2009.
El EP cierra con Ah THALASSA, una balada de gran carga emocional dedicada a su padre, el cual falleció dos semanas antes de la participación de la cantante en el festival. Marina habla de cómo su personalidad se complementaba con la de su padre, describiéndole a él como “un mar calmado en el que los pájaros se reflejan” y a sí misma como “una ola”. Esta idea se plasma en la parte instrumental con la que finaliza la canción, que comienza con unos suaves instrumentos de cuerda que poco a poco van adquiriendo más fuerza. Cuando la pieza se encuentra en su momento culminante, de repente se corta, como una radio que pierde la señal, terminando abruptamente como la vida misma.
Marina Satti acierta al representarse a sí misma como una ola, pues P.O.P. es un EP tan caótico como un mar embravecido. Lejos de considerar esto como un insulto, la artista se adueña de este eclecticismo para compartir con sus oyentes un trabajo que muestra todas sus facetas. Si bien es una obra que no se ajusta a todos los públicos y parece hecha aprovechando el tirón de Eurovisión, muestra perfectamente el momento en el que la cantante se encuentra ahora mismo.