
Jennie, miembro del célebre grupo de K-pop Blackpink, lanzó su primer álbum en solitario, Ruby, el 7 de marzo de 2025, marcando un hito importante en su trayectoria artística individual.
Tras el lanzamiento de su sencillo SOLO en 2019, muchos fanáticos y críticos esperaban con curiosidad este debut discográfico, que prometía mostrar un lado más íntimo y personal de la cantante.
Ruby, el primer album de Jennie
El proyecto final, en su conjunto, presenta algunas inconsistencias: si bien la versatilidad de Jennie merece elogios, la coherencia general del álbum es cuestionable. Las canciones parecen piezas independientes, algunas más efectivas que otras, lo que dificulta encontrar un hilo conductor que dé lugar a un proyecto homogéneo y cohesionado.
Musicalmente, Ruby se inclina hacia un sonido pop con melodías repetitivas y familiares, mientras que las letras suelen ser superficiales, lo que desmerece la producción, que es cuidada y enérgica. Si bien esto hace que algunas canciones sean pegadizas, falta un elemento distintivo que diferencie el trabajo de Jennie de otras producciones pop contemporáneas. Un ejemplo es Start a War, que destaca por su melodía agradable, aunque tiene un tono similar al de otras canciones del álbum.
Sin embargo, gran parte del disco parece centrarse en construir una imagen de "baddie", un intento que a menudo se ve frustrado por letras forzadas o incluso algo vergonzosas, como like JENNIE y with the IE (way up). De manera similar, extraL se presenta como un himno de empoderamiento femenino, pero resulta excesiva y repetitiva, lo que hace que la constante reafirmación del concepto se vuelva agotadora. Este problema también se encuentra en Mantra, que sigue la línea de las canciones de empoderamiento pero carece de variedad temática, lo que la hace monótona. Zen destaca por su producción interesante, pero la letra vuelve a insistir en la idea de una artista inquebrantable e inmune al juicio ajeno. Aunque este mensaje es admirable, especialmente en la industria musical, donde los artistas están constantemente expuestos a críticas, su reiteración a lo largo del álbum lo hace redundante.
La colaboración de Jennie con Dua Lipa en Handlebars es agradable, pero le falta ese toque especial que la haga realmente memorable, ya que tanto la letra como la melodía resultan bastante simples y predecibles.
La segunda mitad del álbum sufre de cierta monotonía: Seoul City y Damn Right comparten un flow nostálgico que las hace sonar muy similares entre sí, mientras que Filter vuelve al tema del juicio y la percepción pública. El álbum se cierra con Twin, una canción con una melodía delicada y agradable, pero que se ve afectada por una letra con metáforas algo forzadas y que tiende hacia una estética indie, sin integrarse bien en el contexto general del álbum. Como resultado, la canción corre el riesgo de parecer un poco infantil.
Es evidente una elección estilística que se aleja del K-pop para adoptar un sonido más internacional. Es positivo que el álbum refleje el intento de Jennie de distanciarse del estilo característico de BLACKPINK para explorar una dirección más personal. Sin embargo, aunque esto puede ampliar su público, también corre el riesgo de diluir su identidad artística, haciendo que su trabajo en solitario resulte menos llamativo en comparación con sus proyectos anteriores.
En conclusión, Ruby marca un paso importante en la carrera en solitario de Jennie, pero no logra convencer por completo. Si bien el álbum demuestra su talento y presencia escénica, algunas canciones no logran mantener el mismo nivel de calidad, dejando dudas sobre la dirección musical que ha decidido tomar. Será interesante ver cómo evoluciona su camino en sus próximos proyectos en solitario.
Pueden escuchar Ruby de Jennie aqui: